BARCOS DE FERROCEMENTO

27.07.2012 10:38

 

   La historia del ferrocemento la inicia el jardinero francés Joseph Monier, quien en 1847 incorpora mallas de acero al hormigón utilizado en la fabricación de grandes maceteros. Su compatriota Josep Louis Lambot, en la Exposición Universal de 1855 en Paris, presenta al mundo la primera embarcación  construida con mortero reforzado con varillas de acero y alambre, material patentado en 1852, que él denomina Fercimen. El bote de remos, conservado en el Museo de Brignoles, tiene 3,66 metros de eslora y 1,22 de manga con entre 2,5 y 3,8 centímetros de espesor.

    Con una técnica parecida, el constructor italiano C. Gabellini, construyó botes de ferrocemento en 1887.

    A principios del siglo XX, se construyó en Norteamérica, para el gobierno, una embarcación a motor de 5,5 metros de eslora y un casco de 1,9 cm de espesor.

    Al final de la primera guerra mundial, para suplir la escasez de acero, el ferrocemento fue empleado en la construcción de mercantes.

    Entre las dos guerras, los holandeses construyeron barcazas de este material para el transporte por los canales de escorias y residuos.

    El ingeniero y constructor italiano Pier Luiggi Nervi (1902.1981) perfeccionó este material y lo utilizó en todo tipo de construcciones. La segunda guerra mundial interrumpió la construcción de un barco de 400 toneladas.

    Después de la guerra, construyó en Anzio, en tres meses, un yate de 160 toneladas con un casco de sólo 1,25 cm de espesor. El peso total fue un 5% menor que si se hubiera construido en madera, mientras que el coste del mismo fue un 40% menor. Se puede decir que Nervi “inventó” el ferrocemento tal como lo conocemos actualmente: Un material muy resistente, duradero, relativamente liviano y con cierta flexibilidad, hecho con una tupida malla de acero impregnada de mortero de alta densidad.

    En la segunda guerra mundial, los aliados utilizaron masivamente el ferrocemento para la construcción de pontones y barcazas.

    A pesar de sus cualidades y bajo costo, el ferrocemento no comenzó a utilizarse masivamente en la construcción naval, hasta los años 60 del siglo pasado, siendo China (en Shanghai) el primer país en hacerlo.

    Los pioneros em la construcción de veleros con este material fueron los neozelandeses. En 1965 el yate “Awahnee” de 16 metros de eslora construido en Nueva Zelanda con ferrocemento, circunnavegó la tierra.

    Debido a la escasez de madera y al bloqueo estadounidense, en 1967 los cubanos empezaron a experimentar con este material en la construcción naval. En 1969, en La Habana se construye un primer camaronero de 15 metros de eslora, 4,4 de manga y 1,85 de puntal. En años posteriores se mejoró la técnica y se construyeron todo tipo de embarcaciones con excelentes resultados.

    En la década de los 70, la construcción de embarcaciones de recreo con este material experimentó un fuerte auge tanto en Nueva Zelanda como en Australia, Canadá y el Reino Unido. A finales de esa década también los constructores amateurs empezaron a utilizar este método.

    Hoy en día, la construccion de barcos de ferrocemento de todos los tamaños y tipos está ampliamente difundido por todo el mundo.

    En la actualidad se dice que, el ferrocemento es una lámina de poco grosor, elaborada a partir de mortero hidráulico reforzado con telas de malla de acero de alambre fino y de abertura limitada, distribuida uniformemente en toda la sección transversal, la cual bajo la acción de esfuerzos, actúa aproximadamente como un material homogéneo.

    El mortero hidráulico es una mezcla de cemento Pórtland, arena y agua, que en determinadas proporciónes definen las propiedades del ferrocemento, pudiendo contener aditivos que mejoren sus cualidades.

    La Fortaleza de un casco de ferrocemento, dependerá de la distribución y número de varillas y alambres. Un casco construido con una mayor cantidad de alambres finos será mejor que uno construido con menos, aunque estos sean de mayor diámetro; por lo mismo, 6 o 7 capas de malla fina serán mejor que 3 o 4 de malla gruesa.

    Las ventajas de este material son:

-  Bajo costo de los componentes y facilidad de adquisición de estos.

- Bajo costo y facilidad de reparación de cualquier desperfecto.

-  No se requiere mano de obra muy especializada.

-   No se precisan herramientas costosas y/o sofisticadas.

-   Es de construcción relativamente rápida.

-   Es impermeable.

-  Resiste perfectamente la acción del mar y de la intemperie.

-   No necesita prácticamente ningún mantenimiento.

-   Es  un material incombustible.

-  Si no sufre desperfectos, es un material casi eterno (barcos construidos en Italia con este método en los años 40, todavía están en buenas condiciones y en uso).

    Los inconvenientes del ferrocemento son:

-  Resulta un material muy pesado para embarcaciones pequeñas (de menos de 14 metros de eslora).

-   Es menos resistente al impacto que el acero y la madera.

-   Exige un minucioso control de la proporción de la mezcla del mortero y del curado del mismo (28 días con humedad alta y constante).

-   No es buen aislante térmico.

-   El acabado es más basto que el de otros materiales usados en la construcción naval.

    Como en todas las cosas, hay partidarios y detractores de este tipo de barcos, pero es un hecho, que muchísimas embarcaciones fabricadas con este material navegan por todo el mundo desde hace muchos años.

    A la hora de comprar un barco de ferrocemento de segunda mano, en mi opinión, lo más importante es conocer la historia del barco en cuanto a impactos sufridos y, en su caso, comprobar que las reparaciones se hayan hecho adecuadamente. Por otro lado, se pueden conseguir excelentes barcos usados de este material, a precios realmente competitivos.

    Personalmente realicé un viaje desde Sitges (Barcelona) hasta Natal (Brasil) en 1990 con un queche de 13,5 metros de eslora construido con este material por Ithaca Yachts S.A. en Grecia en 1974. El barco estaba revestido interiormente con fibra de vidrio y su comportamiento térmico era excelente. Si bien es cierto que apenas se movía con ventolinas, con vientos alisios entablados se conseguían singladuras de entre 120 y 160 millas. Era un barco sólido y robusto que navegaba bien a todos los rumbos y que daba muy poco trabajo de mantenimiento.

 

    Román Sánchez Morata. 27-07-2012

 

    Para más información acerca de la construcción de barcos de ferrocemento en ambas guerras mundiales, ver el artículo "BARCOS CON CASCO DE CEMENTO".

    Para más información sobre la construcción amateur de este tipo de barcos, ver el artículo "Construcción del casco de un barco de ferrocemento".

    Ver también el magnífico artículo de V.S. "EL HORMIGÓN ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN NAVAL Y LA BOTADURA DEL MIROTRES"

    Una ojeada al artículo "Malolito" no le vendrá mal a quien pretenda construirse un barco con este material.

    Vean también el artículo "Buques de cemento" con abundante material gráfico.

    Por último, vean "Una breve historia de los barcos de hormigón armado".

    Y en ingles, la excelente pagina "The World Of Ferro-Cement Boats".

El hierro y el acero en la construcción naval -apuntes-

Fuentes:

“El Ferrocemento como un aporte a la solución de una problemática habitacional” de Jorge Lenin Lau Salvador. Universidad Mariano Galvez. Guatemala 1993.

https://www.jfccivilengineer.com

https://ferrocement.com

https://www.ipen.org.br

Hartley Ferro Cement Boat Owners Association Inc (NZ)

"Boat Maintenance" by David Derrick.

Hartley’s Ferro-Cement Boatbuilding book. Hartley&Brookes.

https://red.fau.ucv.ve

http;//.histarmar.com.ar

https://www.ferroboats.com/

https://es.scribd.com/

https://www.fao.org/