Costas, puertos y barcas del Estado mexicano de Yucatán
A lo largo de la costa del Estado de Yucatán, desde Celestún a El Cuyo, existen 10 excelentes puertos para embarcaciones menores (de menos de 12 metros de eslora).
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El Estado de Yucatán ocupa la parte norte y noroeste de la península del mismo nombre.
La costa es baja y poco profunda con numerosas rías,
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lagunas,
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esteros,
manglares
y playas.
En algunos lugares, paralemente a la costa y separada de esta entre 5 y 500 metros, hay bancos o lénguas de arena que pueden descubrir en las mareas vivas.
Esto último junto a la extensa y poco profunda plataforma continental hacen que, a pesar de los frecuentes y frescos o frescachones vientos alisios, sea muy dificil que se levante mucha mar. Puede decirse que es una costa muy clemente excepto en alguna nortada de invierno o al paso de un huracán. Por las noches, amenudo amaina el viento reinante y de madrugada suele entrar un buen terral.
Los pescadores de esta costa, o los que no tienen grandes motores fueraborda de gasolina, cuando salen a pescar acostumban a dirigirse a barlovento para poder aprovechar el viento a favor al regreso. A primera hora de la tarde o al atarceder todavía se pueden ver algunas barcas de pesca aparejando alguna vela para volver más rápida y economicamente a puerto.
Las pocas barcas que sobreviven a las legiones de lanchas abiertas de 25’ con motores fueraborda de 50 a 90 CV, son barcas construidas con fibra de vidrio y resina de poliester en distintos puertos de esta costa entre los años 60 y 90 del siglo pasado, con cascos de formas parecidas a las balleneras, poco calado, proa alterosa, mucho arrufo, popa de espejo y timón exterior. (Vídeo de barcas en El Cuyo, 06-07-2019).
De todos los puertos refugio —de W a E: Celestún, Sisal, Chuburná, Yucalpetén, Telchac, San Crisanto/Chabihau, Dzilam de Bravo, San Felipe, Río Lagartos y El Cuyo— donde hay más de estas barcas, con diferencia, es en Dzilam, seguido de Telchac, Chabihau, Yucalpetén, Río Lagartos y El Cuyo. En los restantes puertos prácticamente no queda ninguna barca tradicional.
De las barcas de pesca menores de 8 metros, los modelos con mejor planta, en mi opinión, son la Mosita 22, la Mosa 25 y la Providencia 24. Suelen llevar motores Diésel Yanmar de uno o dos cilindros (9 a 24 CV), pero en algunos casos están equipadas con motores interiores estadounidenses de gasolina. Casi todas llevan un pequeño mastil apoyado en la quilla y soportado por un estay y dos obenques, donde aparajan la o las velas.
La costa, en general, está balizada con faros no separados entre si por mas de 30 millas, los espigones que protegen las entradas a los puertos también están balizadas (IALA zona B: Entrando se deja la roja por estribor) y en algunos puertos hay enfilaciones luminosas que indican el canal de entrada.
Bocana del puerto de Telchac. Foto: https://costayucatan.com/
Faro de Dzilam de Bravo. Foto: https://www.en-yucatan.com.mx/
Conviene que el viajero que visite estas costas se informe de las fechas de la temporada del pepino de mar (suele ser entre abril y junio) y evite las poblaciones mencionadas más abajo en esas fechas. La pesca y transformaciòn del pepino de mar paraliza cualquier otra actividad en Dzilam de Bravo, San Felipe y Río Lagartos. Estas localidades se transforman totalmente, de tranquilos pueblos pesqueros a abarrotadas poblaciones que multiplican por 8 o 10 su número de habitantes al alojar las tripulaciones y acompañantes de las lanchas que acuden de todos los puertos de la península de Yucatán.
La velocidad para ir a los caladeros y volver al puerto base, acorde con los tiempos que vivimos, se está imponiendo completamente y ahora casi nadie quiere esta lentas y hermosas barcas de pesca de bajura.
Román Sánchez Morata. 23-05-2015