5.- Viaje alrededor del mundo de Luis Antonio de Bougainville.

05.06.2012 19:19

 

    Julio Verne, Herman Melville y Robert Louis Stevenson en el siglo XIX elevaron la novela de aventuras ultramarina a la cúspide de la literatura, más hubo autores que les precedieron en esta tarea. Uno de ellos fue Louis-Antoine de Bougainville, un parisino que entre 1766 y 1769 dio la vuelta al mundo y escribió un libro sobre su viaje de circunnavegación.

    Louis Antoine de Bougainville (París 11-11-1729 – París 20-08-1811), aristócrata, diplomático, soldado, marino, naturalista y filósofo aficionado,  el conde de Bougainville fue un hombre muy de su tiempo, del periodo de la ilustración francesa.

    En 1766 Bougainville recibió de Louis XV permiso para realizar una circunnavegación del globo. Se convertiría en el 14º navegante de la historia occidental, y el primer francés, en dar la vuelta al mundo, y su finalización reforzaría el prestigio de Francia maltrecho tras su derrota en la Guerra de los Siete Años. La expedición contaría con un equipo científico formado por el astrónomo Véron y el naturalista Philibert Commerson, además de un dibujante.

    En su memoria se bautizó la isla Bougainville y la fosa Bougainville, en el archipiélago de Salomón. En Brasil, Commerson, encontró la planta que bautizó en honor al capitán, buganvilla, y cuya flor se entregaría a la primera esposa de Napoleón.

    El naturalista había embarcado con su ayudante de cámara, más tarde desenmascarado como Jeanne Baret, la amante de Commerson, que se convertiría así en la primera mujer en circunnavegar el globo. Nadie intuyó el engaño hasta que llegaron a Tahití y lo descubrieron los nativos.

    El libro fue editado por primera vez en 1771 en Páris, bajo el nombre de “Voyage autor du monde: par le frégate du roi La Boudeuse, et la flûte L’Étoile: en 1766, 1767, 1768 et 1769”.

           

    Se trata de un libro de viajes muy ameno, a pesar de contener muchas indicaciones de navegación, observaciones de la flora, fauna, geología e indivíduos que va encontrando en el transcurso del viaje.

    A diferencia de James Cook de quien es contemporáneo, su narración es viva e interesante, casi como una novela.

    La descripción que Bougainville hace de Tahiti en su libro, ofrece una visión de un paraíso terrenal donde los hombres y mujeres vivían felices en la inocencia, lejos de la corrupción de la civilización. Su descripción ilustraba poderosamente el concepto del buen salvaje, e influyó en los pensamientos utópicos de filósofos como Jean-Jaques Rousseau antes de la llegada de la Revolución Francesa.

 

    R.S.M. Junio 2012

Las corbetas de Malaspina